Red social, contenido abierto y voluntad
La primera edición
de la Enciclopedia Británica se remonta a 1768, en Edimburgo, Escocia.
Actualmente, el equipo de producción cuenta con 100 editores y 4000 expertos
contenidistas. Expertos. Por algo la Enciclopedia Británica es la enciclopedia
más prestigiosa del mundo.
En http://www.britannica.es/ se puede acceder a la versión en español de la plataforma que no sólo
promueve el uso de la enciclopedia sino que ha montado un aparato educativo que
se legitima en más de dos siglos de experticia. Cursos, capacitaciones,
asesoramientos, recursos, noticias. La enciclopedia se vende en el mercado
virtual y pisa fuerte, sólidamente imbuida de ideales de saber.
¿Por qué una
editorial de trayectoria consolidada pone en la escena del mercado virtual su
oferta de conocimiento? Porque responde a la Nueva Economía (Castells, 2001)
pero también como un gesto de apropiación del saber prestigiado y experto
frente a la oferta de conocimientos no legitimados, no autorizados ni
respaldados por trayectorias analógicas nacidas en el libro, que emergen en
nuestra sociedad red: Wikipedia.
Nadie ignora que
Wikipedia es la enciclopedia más consultada el mundo. Nadie ignora que las
entradas de Wikipedia son elaboradas colaborativamente y no se necesita tener
un título universitario ni ningún otro para ser contenidista: basta con
voluntad. Y colaborativamente significa que los usuarios enfrentan/confrontan y
legitiman sus saberes frente a pares con expreso deseo de convertir esos
conocimientos en contenidos abiertos, sin fines de lucro, sin otra ganancia que
la satisfacción de dar lo que se sabe, sólo por darlo. Y este gesto de
apropiación/devolución, rompen jerarquías y desordenan los discursos del poder
–entendidos como los discursos que engendran la falta y
generan la culpa en quien lo recibe (Barthes, 1973). Británica
y Wiki materializan una disputa en nuestro campo cultural: la famosa disputa
entre “capital simbólico” y “capital económico” (Bourdieu, 1966). Cuanto mayor capital cultural tenga un
sujeto, una academia, un libro, cuanto más reconocido sea por sus pares
académicos, más poder tendrá dentro de este campo cultural. Por el contrario,
si ese mismo sujeto o libro pasa a ser popular y adquirir capital económico, se
desvaloriza su capital cultural y pierde poder. La poderosa es Británica, pero la popular es
Wiki.
Sin culpa ni
capitales, hemos aprendido a leer en Wikipedia sin cuestionar su credibilidad, porque su popularidad la
hace casi invisible. Al respecto de la credibilidad, esto decía
Castells hace unos años “Pero el problema esencial, cuando todo está en Internet, es de
credibilidad, y es ahí donde los medios de comunicación siguen teniendo un
papel esencial, ya que la gente tiende a dar mayor credibilidad a La
Vanguardia, al New York Times, a El País o
a El Periódico de Cataluña que a lo que Manuel Castells pueda poner
en la red en un momento determinado. En ese sentido, el brand name,
la etiqueta de veracidad, sigue siendo importante, a condición de que esa
etiqueta se respete, con lo cual la credibilidad de un medio de comunicación se
convierte en su única forma de supervivencia en un mundo de interacción y de
información generalizada.” (Castells, 2001).
Más de diez años después, la credibilidad y la experticia siguen siendo
problemas de internet. Las redes sociales
se han convertido en vehículos de comunicación tan poderosos que todos los
medios masivos de comunicación se han volcado a generar espacios para que los
usuarios accedan desde las redes a las noticias o reciban las noticias en las
cuentas de Facebook o Twitter. Entrar a las redes es hacerse visible en
internet. Y ser creíble o experto no es tan trascendente como ser popular o
viral. Y lo viral, lo popular, se instala, se posiciona fuertemente y se hace
invisible, habitual, nuestro.
“No consumimos
conocimiento como entidades pasivas que permanecen inalteradas, puesto que el
conocimiento circula a través de nuestro mundo y nuestro trabajo. En esta
danza, demandamos el conocimiento de los demás –en maneras que los creadores de
ese conocimiento ni se imaginan. Lo hacemos nuestro, y al hacerlo, disminuye la
importancia de la fuente original” (Siemens, 2006). Conocer es hoy otra aventura. Encabalgados entre la era analógica y digital,
conocer puede parecer una aventura inconmensurable. Aprender puede parecerse al
caos. Lejos de esta mitología fundada en que se navegar en internet es sinónimo
de perderse, aprender ya no significa sentarse cuatro horas delante de un
sujeto legitimado por su pertenencia a una academia con reconocimiento social.
Aprender también es elegir de qué manera, cómo y qué quiero aprender. Y en un
gesto que nos deja la sensación de que lo oclusivo del conocimiento es algo de otro
siglo, las universidades están abriendo sus puertas a la libre circulación de
los contenidos. Están ofreciendo cursos abiertos, gratuitos, para cualquier
persona de este planeta. Y están colocando en repositorios abiertos muchos
textos, muchos libros que empolvaban repisas en bibliotecas olvidadas.
No podemos pedir que todas las puertas se abran, pero podemos celebrar
las abiertas.
Referencias biblográficas:
-Barthes, Roland (1973) El placer del texto y Lección inaugural de
la cátedra de semiología literaria del Collège de
France. Buenos Aires, Siglo XXI, 2003.
pp. 111 – 150.
-Bourdieu, Pierre (1966) Campo de
poder, campo intelectual. París, Montressor.
-Castells, Manuel (2001). “Internet y la Sociedad Red. Lección
inaugural del programa de doctorado sobre la sociedad de la información y el
conocimiento (UOC)”. Disponible en http://www.uoc.edu/web/cat/articles/castells/print.html
-Siemens, George. (2006) Conociendo el
conocimiento. Versión
con licencia Creative Commons de esta obra disponible en
http://www.nodosele.com/editorial.
Karina, cuanto cuan interesante para analizar. Me dan ganas de hacer paréntesis en varias partes, pero me resulta por demás interesante acompañar un poco sobre el tema de la información, los medios de comunicación y su hasta ahora amplísima credibilidad, gradualmente con tendencia en baja por la velocidad de las comunicaciones de la sociedad en red.
ResponderEliminarHace algunos años ya, en una presentación cuasi apocalíptica de la sociedad que califico vinculada al mundo visual, el politólogo italiano Giovanni Sartori nos decía lo siguiente:
"Y es falso que la televisión se limite a reflejar los cambios que se están produciendo en la sociedad y su cultura. En realidad, la televisión refleja los cambios que promueve e inspira a largo plazo" (Sartori, 1997)
Hoy en día, me permito decir que aquello que Sartori circunscribió a la televisión, bien se representa en los medios masivos en general.
El sociólogo francés Pierre Bourdieu en relación a la comunicación nos dice:
…”El esquema emisor-receptor representa una relación de poder: en cada sociedad concreta, el “emisor”, aquel que habla (en sentido social) es quien tiene el “capital lingüístico”, los conocimientos legítimos incorporados para poder hablar y ser escuchado”… (Bourdieu, 2008)
Interpreto y comparto tu apreciación Karina, que los tiempos de cambio que trae la sociedad en red se muestran como el inicio de la ruptura de esa legitimación de la información / construcción de la información (lo que realmente es y lo que nos quieren decir que es). La sociedad en red plantea claramente la comunicación social, la comunicación sin fines mercantilistas, que tiene basamento en un denominador común, las TIC como la posibilidad de democratizar las mismas.
Concluyo agradeciendo tus palabras en mi primer posteo y agradeciendo al mismo tiempo la claridad de los conceptos vertidos en el tuyo.
Nos leemos.
Federico
Referencias bibliográficas:
Sartori, G. (1997), Homo videns. La sociedad teledirigida. Buenos Aires. Taurus.
Bourdieu, P. (2008), ¿Qué significa hablar? Economía de los intercambios lingüísticos. Madrid. Akal.
Que importante se torna la alfabetización en manejo de información. Saberes vitales para manejarnos de forma libre en el mundo de hoy!
ResponderEliminarCon mucho placer he leído las reflexiones y comentarios que han escrito.
ResponderEliminarA la par, imágenes cruzan mi mente... los '60 y Marshall Mc Luhan hablando de la Aldea Global y que el Medio es el Mensaje..., la ruptura de la Galaxia Gutemberg y la tecnología provocando, asustando, implicando.
Cuánto aprendimos y cuánto nos queda por recorrer!
Qué bueno que podamos "estar", pensar y discutir.
Celebremos las puertas abiertas como dice Karina, ayudemos a entender que no se trata (solo) de tecnologías, sino de educación, de decir nuestra palabra, de ejercer derechos, de libertad.
Seguimos leyéndonos
Van saludos!!
Silvia.