Las redes sociales y la curación de valores
Hasta la publicidad es capaz de
justificar la violencia.
Como si fuera natural, perdonable,
cotidiana, habitual, reproducible.
Una chica de diecisiete años víctima de la violencia de
género. Asesinada aparentemente porque no habría querido sumarse a una fiesta
sexual. Vivía prácticamente en la calle. Dormía en su casa hasta el mediodía,
había abandonado la escuela secundaria y no trabajaba. Pasaba las tardes en una
plaza con amigos y se juntaba con jóvenes más grandes para ir a los boliches de
trasnoche. Ya se había ausentado de su casa por varios días. Usaba piercings y
tenía varios perfiles de Facebook.
Los medios de comunicación de nuestro país fatigaron los
televisores con imágenes y titulares sobre la joven desaparecida y modelaron la
imagen de una joven que parecería merecer el destino aciago que le tocó: faltó
que dijeran “ella se lo buscó”. El patriarcado de los medios ha instaurado la
imagen de la niña-fácil, de prostitución doméstica, de vida licenciosa, la
víctima culpable.
Algo por el estilo ocurrió en General Villegas hace unos
años, cuando una menor de 13 años fue filmada teniendo sexo con tres adultos
mayores, que fueron acusados de estupro. Pero el pueblo organizó una marcha por
la liberación de los sujetos, alegando que la niña era una adolescente fácil,
conocida por todos. Otra víctima culpable; otro patriarcado que levanta el dedo
contra la niña. Hoy los acusados están libres y la niña vive encerrada para no
sostener la mirada condenatoria de los otros.
La niña sobrevivió pero vive un calvario. Melina no aparece,
pero ya está condenada de antemano por la burda ideología de quienes ven en las
actitudes femeninas una justificación para que el hombre posea a su antojo lo
que no tiene derecho natural para poseer sin consentimiento.
Como
afirma Arés (1990) “se hace muy difícil cambiar porque aún
persisten influencias sociales muy poderosas que son las generaciones
precedentes, los medios de comunicación
y la propia sociedad, que en ocasiones promueven nuevos valores y a la vez
preservan los de la familia patriarcal.” (El destacado es nuestro)
Los medios
de comunicación han construido dos
historias con habilidades de escritores de ficción; han dejado que los valores patriarcales que cosifican a la mujer
en el hogar y en la crianza de los hijos (como si existiera un ideal de
maternidad) se sobrepusieran a las verdaderas historias de estas jóvenes, a sus
realidades y sus deseos. Miradas peyorativas que las condenan por vivir desear
vivir libremente la sexualidad, que debe reprimirse y ocultarse porque nadie
tiene sexo. De hecho, nos trae la cigüeña de París, porque nuestros padres son
asexuados.
Las redes
sociales, grandes curadoras de valores, liberadas afortunadamente de la necesidad de construir una historia
única imbuida de valores únicos, construyeron muchas otras. Y pusieron en tela de
juicio la univocidad de los medios, la obtusa visión de los patriarcas.
“La marcha
de las putas” es una agrupación sin fines de lucro que posee cierta injerencia
en las redes sociales a través de una página que aglutina en fotos las voces de
las jóvenes que han sido víctimas no sólo de violencia de género, sino víctimas
de justificaciones y silencios por parte de sus entornos más cercanos. Transcribimos
a continuación un post del 17 de septiembre a propósito de Melina. El post ha
recibido hasta el momento1436 “Me gusta” y ha sido compartido 1087 veces:
“Queremos decir estas palabras sobre el caso Melina Romero,
adolescente desaparecida desde hace tres semanas, por el cual ya hay 4
detenidos y uno ha confesado su asesinato.
1) Esperamos que los rastrillajes tengan éxito y se encuentre
a Melina. Enviamos nuestra solidaridad a sus familiares y amistades.
2) Repudiamos el tratamiento que le han dado al caso medios
de difusión como Clarín, Crónica y otros. En el medio de la terrible
angustia de una familia que busca a su hija y en el contexto de una emergencia
nacional en violencia de género, estos medios dedican notas enteras a
cuestionar a una persona desaparecida por su estilo de vida y su nivel socio-económico.
De esta manera, alimentan en la sociedad la idea de que las violaciones suceden
porque las mujeres se exponen a ellas y no porque hay violadores. Las decenas
de comentarios de lectores en la línea de “ella se lo buscó” confirman la
responsabilidad que tienen los medios en reproducir la cultura de culpar a la
víctima.
3) Le decimos a los medios y a toda la sociedad que ser una
persona atractiva y sexualmente activa NO ES una conducta de riesgo que
"provoca" que te violen y te asesinen. La idea que pretende conectar
lógicamente estos dos hechos es muy dañina porque, lejos de servir para
prevenir crímenes, termina desprotegiendo a las víctimas, deshumanizando al
conjunto de la sociedad promoviendo la falta de empatía, quitando
responsabilidad a los violadores y a las instituciones, y obstaculizando
cualquier solución a esta problemática.
4) Proponemos a los medios y a la sociedad: a la hora de
reportar o comentar un hecho de violencia, enfocarse en la conducta abusiva del
victimario y no en el estilo de vida de la víctima y, a la hora de buscar
soluciones, investigar por qué las personas abusan en vez de especular qué
tendrían que haber hecho las víctimas para evitar ser abusadas.
Dice
Manuel Castells (2001) "Los movimientos sociales en nuestra sociedad
se desarrollan, cada vez más, en torno a códigos culturales, a valores. Hay
movimientos reivindicativos tradicionales, pero los movimientos más importantes
-medio ambiente, ecologismo, mujeres, derechos humanos- son movimientos de
valores; por lo tanto, son movimientos que dependen sobre todo de la capacidad
de comunicación y de la capacidad de llevar a cabo un reclutamiento de apoyos y
de estímulos mediante esa llamada a los valores, a los principios y a las
ideas. Son movimientos de ideas y de valores."
La Marcha de las putas,
cuya página de Facebook es seguida por casi 60.000 personas, es un movimiento de ideas y valores que
intenta hacer que la sociedad supere el clisé de acusar y culpar a las víctimas
para apoyarlas y defenderlas. Culparlas, justificar los abusos, callar,
apropiarse y hacerse eco del discurso de los medios sin criticar, sin mediar,
es también una forma de violencia de género. La violencia no es única, se trata
de múltiples violencias, múltiples factores que debemos revisar y repensar como
sociedad.
El
propósito de este post no es sólo analizar el poder que tienen en
la actualidad las redes sociales frente a las pobres actuaciones de los medios
de comunicación, sino celebrar el empoderamiento, entendido como “proceso
por el cual las personas fortalecen sus capacidades, confianza, visión y
protagonismo como grupo social para impulsar cambios positivos de las
situaciones que viven” (Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al
Desarrollo, 2005). Los sujetos somos los gestores del cambio. Agrupaciones de
valores nos ayudan a tomar las riendas de nuestro futuro y construir una
historia liberada de valores únicos y prejuicios, para que nuestros hijos vivan
en un mundo menos sujetado, más consciente, donde la violencia no sea un hábito
sino un mal. Un mal de verdad, antinatural, imperdonable, no cotidiano, no habitual,
irreproducible.
Referencias
Bibliográficas
-Ares, Patricia. (1990) Mi
familia es así. 1ra ed. La Habana: Editorial Ciencias Sociales:18-36.
-Castells, Manuel (2001).
“Internet y la Sociedad Red. Lección inaugural del programa de doctorado sobre
la sociedad de la información y el conocimiento (UOC)”. Disponible
en http://www.uoc.edu/web/cat/articles/castells/print.html
-Diccionario de Acción
Humanitaria y Cooperación al Desarrollo (2005). Universidad del País Vasco, en:
http://www.dicc.hegoa.ehu.es
Muy buena tu reflexión...me encantoo!
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarQue buen tema, actual, fuerte, real, necesario de discutir y sensibilizar. Para colmo esta semana también viene cargada en los medios con la "tinellización de ciertos temas fuertes (la joven muerta, robos violentos filmados) que lo único que logran es anestesiarnos y distanciarnos más de su crueldad. Lo has sintetizado muy bien con la frase elegida "Hasta la publicidad es capaz de justificar la violencia."
Cuando haces referencia a "Las redes sociales, grandes curadoras de valores, liberadas afortunadamente de la necesidad de construir una historia única imbuida de valores únicos, construyeron muchas otras. " estás hablando de la posibilidad de construir relatos alternativos. Gianni Vatiimo (en El poder de los Grandes Medios) dice "cuando se tiene un solo canal de tv en la casa, se transforma en una fuente de verdad; pero tengo 100, ya puedo moverme de uno a otro y no considerar a uno definitivo." Como profesores ese es nuestro desafío, en ayudar a educar la mirada y la acción, para tener saberes que nos permitan libremente movernos en este mundo saturado de medios y canales.
Adelante, buen trabajo!
Las otras melinas: historias de chicas que dijeron que no.
ResponderEliminarhttp://www.infojusnoticias.gov.ar/nacionales/las-otras-melinas-historias-de-chicas-que-dijeron-que-no-5729.html